lunes, 30 de marzo de 2015

Las imágenes de SALZILLO en la calle. ¿Las verás o no? ¿En dónde?

¿Dónde ver la procesión de Los SALZILLOS?
Mi opción.

Estamos en lo de ver una procesión -y que, además, ésta sea emblemática-. Como en muchos otros aspectos de la vida, cada quien tiene sus deleites y voluntades, (lo de los tópicos “abanico de posibilidades” y “para gustos,…”). Y hay hasta quienes no tiene por qué gustarle, por motivos de increencia, de rechazo, o quizá por sensibilidad ineducada, o por un mínimo de apreciación de que también es una manifestación artística.
Sin relativismo, que cada cual haga lo que quiera o se inhiba.
(Oí, al paso, hace unos días, en la calle, que le preguntaban -encuesta más o menos-, a un grupo de chicos/as sobre quién era Salzillo. De los ocho, ninguno/a respondió acertadamente; una de ellas dijo que era un ingeniero que había hecho la calle, -estaban en Gran Vía y en la esquina un cartel-, y de ahí su nombre).
Cuestiones anecdóticas de este tipo –y, en cierto modo, preocupantes- todos conocemos alguna.

Pero ahora se trata de proponer –incluso sugerir- lo de ver los Salzillos en la mañana de Viernes Santo.
Hay argumentos variados.
Desde considerarlo como un tiempo, breve y anual, dedicado a la agradable belleza de las imágenes en la calle, al aire libre, hasta estimar la convivencia espontánea, o atender y fijarnos en las diferencias de observación, en la distinta disposición de los otros ante los mismos hechos.
Y, también, por qué no, sentir como propio, por haberlo interiorizado, el modelo que la reflexión, a lo largo de los años, va ajustando en el pensamiento y en el sentimiento.
Lo intentaré reflejar.

Para comenzar, para un buen aprovechamiento de la mañana de Viernes Santo, son premisas insoslayables:

1º.- Que no llueva ni amenace con hacerlo. Que tampoco haga viento; se admite una suave brisa para mitigar el calor murciano. Es decir: cielo despejado, luminoso, quietud activa.


2º.- Que se mire el tránsito de las imágenes en compañía: cada paso y cada año tiene algo que comentar, sea por alguna novedad, o que haya pendiente alguna que no habíamos manifestado o que se nos ocurre ahora. Y si no se está inspirado/a, pues se exclama lo de “¡precioso!”, que es cierto y conduce a asentimiento.

3º.- Situarse y dominar un trozo de espacio abierto y que nos podamos mover algo, sin sensación de ceñidor. Las calles estrechas se resisten a mirar y ver lo que se trata de apreciar: las significaciones hechas Arte en la plaza, en el ágora.

Y ¿Cuál es mi predilección de espacio?
Son dos mis preferencias:

La primera es en la plaza de san Agustín, para ver salir al desfile.
· Frente a la puerta de la iglesia de Jesús. De pie (esta posición, aun en su dinamismo, cansa). Con disponibilidad de moverse de un lado a otro, para ver desde diferentes ángulos, siempre en cercanía, los detalles de las imágenes según se mueven o descansan, su composición artística y su drama, sometidas a la mirada múltiple.

· Estar unos minutos antes de las 8: se abre la puerta, sale la enseña, símbolo y señal de que todo puede ir bien. La primera agrupación de bocinas, con su quejido estremecedor, y los tambores “sordos” que convocan con el toque de la burla. Momento inaugural.

· Llegada de los estantes/porteadores, y de los mayordomos. Llevan el capuz bajo el brazo y la muleta en la otra mano. En la cabeza, cada cual, lleva arrollado un vistoso y colorido pañuelo de seda, que le servirá para asegurar el capuz. Así se dan pinceladas al inicio de la mañana.

· Presencia variopinta tanto de responsables de la Cofradía y sus invitados, como autoridades civiles y militares, también artistas, académicos, cierto famoseo…, bandas de música… Y otros detalles y movimientos por los que se genera un ambiente versátil y evolutivo, que sólo aquí puede darse.

· ¿Por qué verla al salir?

-     Desde la apertura de la puerta todo son señales, movimiento y vida La salida es un manantial despacioso: “La Cena”, primera en salir, o la aparición de la "Oración del Huerto" es como un parto. Y si el sol alumbra, cobra más sentido lo de alumbramiento. Siguen otros ‘partos’, que tienen su cumbre en el Jesús y su cúspide en La Madre Dolorosa.

(No intento ni indico connotación religiosa alguna, aunque éstas, en indudable coherencia están ahí. Historia y tradición, costumbres y creencias.
   Reconocer el hecho religioso, para respetarlo, pues pertenece al ámbito privado e íntimo de cada quien; comenzando por el propio Salzillo, hombre vocacional y entregado a su trabajo con abnegación religiosa de discípulo iniciado).

-     Es la expectación por lo que nace, por lo que empieza. Al repetirse el ceremonial, en la periodicidad, podría contradecir lo que de natalidad especifico. Señalo e insisto en verlo como renacer.
Las ideas y fines que movieron al escultor están ahí, sí, siguen. Pero ya han trascendido, se han enriquecido con el paso de los años.
Mi intención de estar y disfrutar de la mañana de Viernes Santo en Murcia, también es deseo de ir más allá de lo metafórico.
Trataré de decirlo con palabras del poeta Gerardo Diego tomadas de su romance del río Duero:

“…Quién pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha,
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua”
.

Y así, con esa disposición, venir cada año a ver salir los Salzillos.
Lo que también es un reconocimiento y armonía con el pensamiento de Heráclito, filósofo griego, para quien no existe en la realidad nada que sea siempre igual, porque lo único real es el cambio.

-     Y después de un largo itinerario personal, tanto de mirada y atención para participar en las ideas y lo artístico, como de reflexiva contemplación de la obra de Salzillo, sentir que fluye, se renueva y se agranda.
Los pasos procesionales de Salzillo, como toda la imaginería pasionaria, muestran el intervalo de la vida del hombre transitando hacia la muerte. Si lo dejamos ahí, lo humano caminaría hacia la ruina y la destrucción inevitables. Pero la persona tiene la facultad de interrumpir y comenzar algo nuevo. Un recordatorio de que los hombres, aunque deben morir, no nacieron para ello sino para comenzar, dice la filósofa Hannah Arendt.


-     La natalidad, categoría del pensamiento de los humanos, en plural, espontánea y circunstancial, raíz de la libertad. “El milagro que salva al mundo, la esfera de los asuntos humanos, de su normal y "natural" ruina es en última instancia el hecho de la natalidad” piensa H. Arendt. El hecho decisivo y definitorio del hombre es el nacimiento o la " natalidad ": entramos al mundo por el nacimiento; dejaremos el mundo con la muerte.  

-      Agradecer el don de la vida: pues hasta en la desdicha se celebra la vida, que caracteriza a la condición humana. El deseo de nacer y renacer, volver a intentarlo una vez más.


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Y la otra opción, es en plaza Belluga, en la bocacalle, entre Palacio episcopal y Ayuntamiento: posibilita la perspectiva de ver la fluencia de la procesión desde la calle y su desembocar en la plaza. Y la luz al final de la calle Arenal –puesto que los pasos vienen de zona de sombra- se derrama un vivificante estímulo a las imágenes, contraluces y colores. Es una sugestiva y peculiar visión.

·        También podemos sumar la mirada que permite y ofrece la plaza del teatro Romea.


Desde cualquier enclave, la procesión de los Salzillos no defrauda. Y el caso es verla, porque la mañana de Viernes Santo en Murcia será próximamente declarada Patrimonio inmaterial de la Humanidad.

domingo, 29 de marzo de 2015

Visita refundada a "GastroArte", en el MUBAM

Gastroarte” 

Insistencia del recorrido artístico por la singular muestra en el MUBAM.

Crónica personal
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Sábado por la mañana, 28 de marzo. Desde su apertura en esta jornada, la actividad en el MUBAM se activa: orientados por las personas-Guías grupos de escolares y familiares emprenden una visita para conocer y admirar los fondos artísticos del Museo. Los colectivos siguen su exploración artística.

Se destaca la dedicada a “Gastroarte” que, aunque fijada a diez obras, brota aquí como un torrente, con su influencia en el ámbito de la pinacoteca de Bellas Artes, ya que en todas las plantas/salas hay creaciones de esta exposición conjunta de Arte, Comida, Fotografía y Poesía.

Una doble vertiente de Arte, en el espacio del Museo de Bellas Artes, de Murcia (MUBAM). Comenzamos por una

Renovada visita a “Gastroarte.

Las obras de destino, en ‘Gastroarte’, componen y trasmiten, en su distancia, una polarización magnética de esferas artísticas en acción: tienen un  punto de contacto común entre todas ellas, pero siguen girando en su órbita singular: las reconocemos en su particular energía a la vez que formando parte de un conjunto.

Por iniciativa y ofrecimiento de Santiago Delgado, que vive la parte poética de la exposición, implicado aún por más motivos en esto, el recorrido ha hecho de la visita un privilegio y un lujo para los asistentes: la admirable y sensible poeta Charo Guarino y yo.

 Santiago nos conducido por la Exposición ‘Gastroarte’, desprovisto voluntaria y hábilmente de la cualidad ceremoniosa del guía-“cicerone”, -lo que imprime cercanía y confianza-, sin soslayar la profundidad explicativa fundamentada sobre cada una y el conjunto de las diez obras.

La travesía se ha iniciado desde el audiovisual continuo que recibe al visitante en la planta baja de acceso, que contiene, por un lado, los comentarios de los protagonistas de cómo se han gestado las obras de la exposición “Gastroarte”, y, por otro, a modo de esbozo, los modelos de relación entre Poesía, voz e imagen.

[El Itinerario seguido es el que aquí se pone en orden de imágenes numeradas]:

(1).- 


El encuentro artístico y su itinerancia se ha planteado y desarrollado como una interacción y dinámica de grupo: Las diez obras de arte establecidas para esta exposición característica, más allá de lo versátil e ingenioso, al encuentro de nuevos receptáculos de arte, accionan recíprocamente con los platos de la comida inspirada en la obra y relacionada con ella, así como también las fotos artísticas de ese plato elaborado, con cada poema creado para la ocasión y la obra. Ello ha decantado que las tres personas hayamos mantenido un diálogo confluyente, activo, ameno y exploración cultural. Ha pasado de ser  un proyecto que una realidad artística que está viva.

                            (2).- 


Y así, a Santiago Delgado le ha correspondido la ‘carga’ de esclarecer las características de cada una de las diez obras de arte facilitadas por el MUBAM, y de asignar un poema (ad hoc) para cada una, escritos para esta ocasión impar.
(3).-



La poeta Charo Guarino se ha encargado gentilmente de acercarnos sugerentemente a las características y coherencias y afinidades de la fotografía (diez) de fotógrafo-autor Joaquín Zamora sobre los platos preparados por el cocinero estrella ‘Michelín’, Pablo González-Conejero.

(4).- 




La metodología desarrollada, para abarcar comprensivamente la exposición, ha sido la de recorrer la tríada artística, a la que se suman mirada y voz.
Podríamos sintetizarla en esta secuencia, como eje activo generador:

Cuadro/escultura> Fotografía gastronómica > Poema


(5).- 


Para explorar y mantener el diálogo sobre la relación artística de los tres elementos, el efecto y las concomitancias entre las diferentes piezas y espacios, en los que la comida, por su condición de elemento esencial de cohesión, se ha mantenido como referencia permanente.

(6).- 



Santiago, en una acumulación de memoria oral, reacciones y experiencias en torno a las obras de arte, ha leído 6 de sus poemas, y la escritora y poeta Charo Guarino y yo, hemos articulado 2 cada uno. (Por cierto: Charo lee muy bien y más que leer, acaricia las palabras y los conceptos).

[Pero no recogemos las explicaciones y comentarios pormenorizados: sería extenderse largamente, y que eso queda para el buen entender de los nuevos espectadores. Y sería añadir 'pesadez']

(7).-
La exposición de ‘Gastroarte’ en el MUBAM es una iniciativa de vanguardia artística, que abre y ensancha los límites del Arte, estimando la actualidad y la creación como signos vivos de latido artístico. La comida entra en contacto directo con las cosas y aparece una manera de pensar, de reflexionar sobre el Arte. Y esto es lo que más  interesa: que lo ofrece en distintos niveles a quienes se acerquen con ánimo expectante y permeable, o por simple curiosidad. Lo que aquí ha surgido se distingue de la idea clásica del artista que trabaja en su taller. Aquí se cruza la frontera del artista, hacia otros espacios y ramificaciones, con un planteamiento de equipo.

(8).-

No se trata de hacer solo un paseo, sino que se concierta para hablar, para comprobar, comentar... Hay un enriquecimiento a través de la experiencia, por lo que se evidencia la necesidad de hacer la exposición para presentar y ofrecer lo que inclina a la reflexión, buscando una impresión adecuada. La satisfacción viene de la sensación que produce y permite la interacción de trabajar con otros profesionales y mostrar el resultado.

 (9).- 


¿Se pueden quedar anticuados los museos? Hay que evitarlo. Con iniciativas como la presente, en la que lo impregna todo un nivel humano de infraestructura, el MUBAM se expande y abrirse a que puedan trabajar in situ diferentes modalidades artísticas, conjugando lo tradicional con la innovación; con el objetivo, entre otros, de encontrar y sumar a otro tipo de espectador activo. Que no falten estímulos e infraestructura para que la gente reflexione sobre cada tema de modo audiovisual y tridimensional en un espacio público, que se abre a procesos de innovación, a la crítica, a la ironía, y por descontado, a la comunidad.

 (y 10).- 



Dicho aquí, la validez de esta crónica no puede ir más allá de una pálida radiografía, con pretensión de sencilla sugerencia, y que contribuya y sea un estímulo que mueva a la visita artística en el MUBAM.

Murcia, 29 marzo de 2015

viernes, 27 de marzo de 2015

EL Teatro como conocimiento y comprensión, más allá del espectáculo.

Un año más, desde 1962, se dedica un día a poner al Teatro en la atención y en la tensión. Cada quien en su sitio. El Teatro como interpretación viva, en directo y en relieve, de lo que es la vida, de todos los tiempos: lo que fue, lo que será y, sobre todo, lo que vivimos en el presente.
Todos los días lo son del Teatro. Que haya uno específico, el 27 de marzo, no es sino un aguijón: como vida que es late, escuece y agrada. Hay quien dirá que es el entusiasmo lo que me lleva a decir esto. Y que está la otra cara de la moneda: dónde los apoyos de quienes pueden y no se dan.
Quizá convenga ocupar el asiento, tras abonar la entrada, como signo de verdadero apoyo al Teatro, más de un día señalado; porque sí. Es lo cercano, lo que conocemos y lo inmediato. Sí, tenemos como referencia que las personas del teatro representan un papel; pero, ¡ah!, reflejan y exponen lo que es eso que ligeramente llamamos “la sociedad”. Porque el Teatro, la obra donde confluyen tan y tan diversos artistas, desde los actores hasta los pintores y carpinteros, los tramoyistas, los de luz y sonido, los elementos de atrezzo… no es sino la vida misma, y que sus resultados los vemos en directo: la palabra del autor en boca y gesto de los actores y actrices, que crean el espectáculo con la ambientación de la ingeniería de tantos implicados. El Teatro dice lo que somos, y también nos cuenta la historia, y cómo permanecen las ideas y modelos; con la indicación del futuro que va viniendo.
  
Ir al Teatro para ser lo que somos, y comprobarlo. Una persona que pasa y otra que mira, y que ve su ‘historia’, decía Peter Brook.
Las artes escénicas son un espacio donde se da acuerdo universal. Cada persona tiene sus problemas, pero siente  la necesidad de sentarse ante la historia que le cuenta un semejante, para entenderse a sí mismo y al ser humano. Se trata de hacer sencillo lo complejo y, sobre todo, de que actores y espectadores gocen con ello.

El Teatro, como Arte que es, no tiene por qué contar la Historia como fue, sino que se haga a través de los personajes, que ocupen el espacio conforme a como es la complicidad con el espectador: la pasión de su vida. El Teatro no es mentira, pues hasta llega a ser verdad, en el buen hacer de los actores. El Teatro entrega pensamiento, acción y emoción, poesía y turbación. La vida propia en la interpretación del otro.

Y es esencial, indispensable e irreenunciable el Teatro para Niños: educar desde el principio.

¿Puede el Teatro hacernos mejores? Difícil respuesta a la que no me atrevo, por lo de argumento ético. Pero si se puede decir que abre horizontes nuevos, o, al menos, ilumina aspectos del paisaje interior de cada cual. El Teatro no es insustancial ni inactivo: mueve las mentes y los cuerpos y habla de las cosas que afectan al espectador, de todas. Por eso hay que ver todas las obras teatrales que se pueda. Para sacudirnos de la modorra social, política y económica. Es el arte como deleite, como gozo. Y también como modo de lucha y resistencia. Vivir el Teatro es sinónimo de libertad. Y protestar. Tomemos la voz, la palabra y la imagen para que sea más accesible y asequible el Teatro.
Celebrar el Día Mundial del Teatro puede minimizarse y considerarlo sólo una apariencia. Hay que considerarlo en lo que, también entre otras cosas, es una agitación: el Teatro tiene esencia y práctica inconformistas; y su aldabonazo tiene largo eco. Y es una llamada para que el espectador se mantenga acuda, a la vez que se atraiga a nuevas asistencias.

En todas sus modalidades y manifestaciones, queda mucho por hacer, no hay lugar a sentirnos satisfechos,
¡Viva el Teatro!

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(Como sencillo homenaje al Teatro, reproduzco aquí una escena de “El Alcalde de Zalamea”, de Pedro Calderón de la Barca, que siempre me ha gustado este diálogo).

[Final de la Jornada II].-


Conflicto y Controversia:  Pugna entre el Poder y la Ética.

CRESPO: Entraos allá dentro.
[Vanse ISABEL, INÉS y JUAN].

Mil gracias, señor, os doy
por la merced, que me hicisteis
de excusarme una ocasión
de perderme.
LOPE: ¿Cómo habíais,
decid, de perderos vos?
CRESPO: Dando muerte a quien pensara
ni aun el agravio menor.
LOPE: ¿Sabes,
           ¡vive Dios!, que es capitán?
CRESPO: Sí,
¡vive Dios!,
y aunque fuera él general,
en tocando a mi opinión
le matara.
LOPE: A quien tocara
ni aun al soldado menor
sólo un pelo de la ropa,
¡por vida del cielo!, yo
le ahorcara.
CRESPO: A quien se atreviera
a un átomo de mi honor,
¡por vida también del cielo!,
que también le ahorcara yo.
LOPE: ¿Sabéis que estáis obligado
a sufrir, por ser quien sois,
estas cargas?
CRESPO: Con mi hacienda,
pero con mi fama no.
Al rey la hacienda y la vida
se ha de dar; pero el honor
es patrimonio del alma,
y el alma sólo es de Dios.
LOPE: ¡Juro a Cristo!, ¡que parece
que vais teniendo razón!
CRESPO: Sí,
¡juro a Cristo!, porque
siempre la he tenido yo.
LOPE: Yo vengo cansado, y esta
pierna, que el diablo me dio,
ha menester descansar.
CRESPO: Pues,
¿quién os dice que no?
Ahí me dio el diablo una cama,
y servirá para vos.
LOPE: ¿Y dióla hecha el diablo?
CRESPO: Sí.
LOPE: Pues a deshacerla voy,
que estoy,
¡voto a Dios!, cansado.
CRESPO: Pues descansad,
¡voto a Dios!

LOPE: (Testarudo es el villano;
también jura como yo.)

CRESPO: (Caprichoso es el don Lope

no haremos migas los dos.

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[Leamos Teatro]


miércoles, 18 de marzo de 2015

Arte confluyendo en el MUBAM: GastroArte




El MUBAM materializa un modelo excepcional en su itinerario de exposiciones.


Un encuentro innovador en conciliación inteligente es la exposición singular de Arte, Gastronomía, Fotografía y Poesía, enlazados en vínculo bullicioso y llamativo. -No lo considero fusión, pues se mantiene clara y distinta cada identidad-.
El Museo de Bellas Artes de Murcia muestra y exhibe:
'GastroArte. El Mubam se come'.

Superada la fase de proyecto, es una realidad visible y de complacencia para los sentidos. Una obra de arte –hasta diez platos fundamentados en libre inspiración- estimula y logra un diálogo vivificante con otras expresiones artísticas.

Un lienzo artístico o una escultura suscita inspiración gastronómica, en la que el cocinero Pablo González crea un plato, que es retratado por el fotógrafo Joaquín Zamora y poéticamente descrito por el escritor Santiago Delgado. Y se les pone a conversar. La composición resultante no es lineal sino de intercambio, participativa. Los elementos se conjuntan, desde sus diferentes estadios convergen y sus planos se reúnen y forman una nueva obra de arte.

Esta exposición se completa con un vídeo en el que se muestra el proceso de creación de cada uno de los platos y su enfoque fotográfico, en el que se escuchan poemas.
El chef, con una estrella Michelin, González-Conejero ha vivido el esfuerzo artístico y material para plasmar creativamente sentimientos y sensaciones ante una obra de arte, que anima los sentidos.

 La muestra derrama humanismo artístico: humana es la imagen resultante del manjar gastronómico hecho arte. El foco principal ilumina una nueva trayectoria convergente entre lo tradicional y lo moderno. Y transforma no sólo los elementos puestos en diálogo, sino la propia naturaleza del museo, que ha facilitado el hecho de trabajar en varias líneas artísticas y su resultado.

 Cuando la cocina es el museo, el plato resultante es arte para  estimular. El tenedor para comer es un tridente (plato, fotografía, poema) de arte, como si de una trinidad se tratara, donde al vértice originario, la obra de arte del museo, se vincula con tres ángulos: la confluencia de comida creativa, imagen-fotografía y palabra poética. Es la vida real, la historia que estamos viviendo. Color en geometría asimétrica.

· Escuché varias veces la expresión “Arte efímero”.
Creo que se referían a que la comida creada sólo estuvo el día de la inauguración, y su memoria queda en la fotografía y el vídeo. Y se puede recuperar asistiendo al restaurante, disfrutando de olores, sabores y colores.
No comparto lo de efímero: la visión en directo de los platos ha creado un nuevo ambiente, aunque ya no estén, siguen iluminando a las 10 obras tratadas. Lo ocasional se hace permanente en su influencia. Se ha modificado moldes clásicos y es una nueva creación: a las artes clásicas (cuadro/escultura y Poesía) se suman e incluye la presencia activa de Gastronomía y Fotografía como bellas artes.

· ¿Cómo definir esta modalidad de Arte?
Expertos y creativos hay que lo digan.
Aquí sólo intentamos describirla, hasta podemos atrevernos a decir que es una nueva modalidad de bodegón tridimensional, en relieve donde lo natural es la cocina creativa.
También supone un homenaje a la Semana Santa murciana en sus colores: verde, blanco, rojo y como referente dominante el morado.


 · Los poemas de Santiago, para los que se ha imbuido de los clásicos, como Góngora o San Juan de la Cruz, están elaborados como los ingredientes de los platos inspirados.

Es poesía inspirada y descriptiva en un doble plano: en el poema, los primeros 3-4 versos aluden a la obra de arte pictórico-escultórica generatriz, y los restantes –entre 6 y 9- señalan al plato creado, cocinado para la ocasión presente. Todo ello en lenguaje barroco, culterano, complicado y atrayente.


El fotógrafo Joaquín Zamora también ha hecho un trabajo complejo, con excelente resultado, de manifestación de la imagen y su influencia en el argumento artístico. ¿Qué es la fotografía? Puede responderse que es algo más que una reproducción de la realidad. Una fotografía de Joaquín Zamora relata la realidad y la configura. Y contribuye con toda su importancia a que la exposición siga su narración a través de objetos fotografiados.



· Hay que mencionar, destacadamente, el buen catálogo de la exposición, con la lúcida y entusiasta presentación del afamado maestro cocinero Juan Mari Arzak, que califica a este evento de “exposición singular, atípica y atractiva”

La exposición es y va más allá del juego entre el arte y la realidad. No todo el arte tiene que mostrar significado,   y por eso no conviene entrar en una explicación –que sería subjetiva- sobre las obras de arte aquí expuestas, su apariencia y si tienen significado. Los rasgos característicos de las diez combinaciones de obras han quedado dichos.

Es una compleja e inhabitual muestra artística, responde a la complicación del arte contemporáneo, y es sencilla. También lo es en el sentido de la complejidad de la combinación de lo tradicional con la significación de la expresividad de los métodos modernos y distintos. 
Las nuevas obras resultado asociaciones entre nociones como tiempo, espacio y materiales que irrumpen y llaman al espectador a recorrerlas, desde el desafío a los límites, con un lenguaje artístico que va más allá de la pintura, de la comida de diseño, de la fotografía y del verso: es un lenguaje de todo a la vez, desde las fuentes de inspiración recorriendo placeres.

En esta exposición hay que convivir un tiempo con pieza y cada composición, para hacerlas nuestras. Todas estas obras tienen personalidad.
Hay que visitarla, quizá más de una vez.