domingo, 18 de diciembre de 2011

CARAVAGGIO: ¿POR QUÉ SU ATRACTIVO?

A los 400 años después de su muerte, existe gran interés para ver sus cuadros. Michelangelo Merisi da Caravaggio, creó una nueva forma de pintar y conseguiría la fascinación posterior por su pintura. Se le ha considerado el padre del realismo pictórico: quería presentar la verdad tal y como la veía, sin ideales.
En España, actualm
ente, sólo hay cinco cuadros de Caravaggio:
David vencedor de Goliat (Museo del Prado)












Santa Catalina de Alejandría (Museo Thysen-Bornemisza).








Salomé con la cabeza de Juan el Bautista (Palacio Real de Madrid)






San Jerónimo penitente (Museo de Montserrat).
Y san Juan Bautista con el cordero (Catedral de Toledo).

Caravaggio vive en los años de la Contrarreforma, un ambiente complicado. Aún así, su pintura destacó en los cuadros de altar y escenas religiosas, aunque ciertos rasgos de su pintura religiosa escandalizaban con frecuencia.
¿Cuál es el secreto de Caravaggio? Fue al mismo tiempo un gran pintor y un delincuente, -de vida turbulenta, murió a los 37 años, la Roma de Caravaggio es una ciudad de ajustes de cuentas-, lo que atrae el interés hacia él: su vida es novelesca. Es el artista genuino, que vive lo que todos desearían vivir pero no es fácil decidirse: libre, creativo, siempre en conflicto, su vida y su obra están estrechamente relacionadas.

En el museo del Prado, el verano pasado, pudimos admirar el Descendimiento, obra prestada por los Museos Vaticanos.
A
hora, en Murcia, hemos tenido la ocasión de mirar lo que es difícil de ver: san Jerónimo penitente.
En el caso de Caravaggio la diferencia entre ver una fotografía y estar delante del cuadro es enorme: el espectador vive la presencia de lo pintado.


Una evidente prueba de su maestría y cualidades pictóricas revolucionarias es el "San Jerónimo Penitente", que se ha podido ver en la sala Belluga, de la fundación Cajamurcia. (Relacionado con el San Jerónimo escribiendo, de la italiana galería Borghese).
Se representa al santo, anciano, en la intimidad de la oración, con los brazos recogidos, en una dolorosa expresión de meditación.
San Jerónimo, quien tradujo la Biblia del hebreo al latín, contribuyendo a su divulgación, siendo cardenal se retiró de los privilegios de su cargo para hacer vida retirada.
Sus atributos son el manto rojo de cardenal para recordar la vida anterior del santo y la calavera humana sobre la cual reflexiona acerca de la condición del hombre.
Caravaggio dibuja con detalle el cuerpo flácido y arrugado del anciano, así como la calavera miserable.
No hay perspectiva, sino la centralidad de la figura con su presencia y todos los detalles con un claro realismo. Es la figura que, con su posición, genera profundidad en la obra.
La luz del cuadro es tenebrista: San Jerónimo destaca iluminado con un único foco de luz, y el resto en silenciosa oscuridad, que no crea espacio y muestra dramáticamente los detalles importantes. La luz simboliza la presencia de lo sobrenatural, de lo divino. Así como ilumina y destaca el interés por el torno, las uñas o la calavera (y la piedra de penitencia que está próxima al corazón).
Y todo aquello que personalmente pueda sentir quien contemple el cuadro.

En esta limitada exposición de los "Tesoros de Montserrat", puede verse, también, un "san Jerónimo escribiendo a la luz de una vela", de autor anónimo; un retrato del escultor Martínez Montañés, "San Francisco", de Caracciolo; y una "Madonna", de F. Solimena.
Pocos cuadros, pero de gran intensidad.
Acaba la exposición el día 20.

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NOTA de algo DIFERENTE.- Una alternativa, ahora, es ir a la exposición en “Las Claras” (fundación Cajamur
cia), donde se muestran fondos artísticos de la colección de arte que posee la FUNDACIÓN “ANTONIO CAMPILLO”. (Me han gustado los cuadros de Gaya, de Molina Sánchez y de José Caballero; así como la escultura "Caballo", de Venancio Blanco).

lunes, 29 de agosto de 2011

ROBAR ESCULTURAS DE ANTONIO CAMPILLO: DE LO MATERIAL EN SÍ Y EL VALOR ARTÍSTICO.

Con más que molesta indignación -¿puede uno indignarse por esto?- recibo la noticia de que se han llevado, arrancadas, dos esculturas del Parque escultórico “Antonio Campillo”.
Comenté, en este blog, algunas de las nueve que se encontraban en el lugar. Ahora, faltan dos: “La Danza” y “Saltando a la comba”, que representan diversos momentos en los que Antonio Campillo supo captar y reflejar excelentemente.
Y, ahora, ya no están.
Quienes se las hayan llevado, sin duda, no les importó que fueran obras de arte; lo que se deduce que pretenden estos "desalmados", (como los calificó el alcalde de Murcia), es la venta y obtención de dinero según lo que pesen y lo que pueda darles el receptador: motivos económicos de estrechas y cortas intenciones, que no otros, pueden inducir a vender arte como chatarra.
No quiero pensar en que haya alguien que culpe a la crisis económica del hecho, asegurando que ha sido perpetrado por individuos que se encuadran en la geopolítica del hambre; y, a su vez, justifique el robo. Porque sería como admitir que, por la misma dificultad monetaria y en caso de hambre, se pudiera practicar el canibalismo con la primera persona que pase.
Probablemente, si hubiera sido un robo por encargo, -inducido y pagado por alguien que valora las piezas como arte en sí-, no habrían sido arrancadas, lesionadas, pues eso les hace perder valor en el mercado clandestino del arte. Lo cierto es que los autores, y quizá sus mentores, valoraron que esas piezas escultóricas tienen un valor económico y, aprovechando que en Murcia, en agosto, hay menos gente, y dada la facilidad de acceso al parque, arrancaron literalmente esas dos esculturas y, de momento, no se sabe más.
Pero el hecho es que se ha cometido un delito, -que esto lo saben los autores, sin duda-, y algo más que eso: se ha atentado contra la creación que es el Arte, que es la manifestación del espíritu y pensamiento de personas singulares, que hablan a la humanidad, a la vez que se expresan como humanos. También se ha atentado contra los símbolos que son estas esculturas y el conjunto de la obra de Antonio Campillo: el solaz y esparcimiento que significa un juego muy extendido, el de saltar a la comba; así como la figura de la joven que practica e invita a la danza; infancia y juventud excelentemente retratada por el maestro de la Era Alta.
La Fundación “Antonio Campillo”, anuncia que se volverá a disfrutar de estas dos esculturas, reproducidas con los moldes originales, autorizan la reproducción. No puedo ni quiero evitar que emerja aquí la obra de Walter Benjamin “La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica”, -y pido disculpas por la erudición y la larga cita-, donde el filósofo afirma que “El aquí y ahora del original constituye el concepto de su autenticidad. (…) lo auténtico conserva su autoridad plena, mientras que no ocurre lo mismo cara a la reproducción técnica. […] Las circunstancias en que se ponga al producto de la reproducción de una obra de arte, quizás dejen intacta la consistencia de ésta, pero en cualquier caso deprecian su aquí y ahora. (…) Sin embargo, el proceso aqueja en el objeto de arte una médula sensibilísima que ningún objeto natural posee en grado tan vulnerable. Se trata de su autenticidad. La autenticidad de una cosa es la cifra de todo lo que desde el origen puede transmitirse en ella desde su duración material hasta su testificación histórica”.
Estoy de acuerdo con W. Benjamin: la reproducción, aunque técnicamente perfecta,… ya no será lo mismo. (Y esto lo digo por quienes han destrozado las esculturas; -que deben ser encontrados, juzgados y castigados-; no por quienes, obviamente, procurarán que las podamos contemplar nuevamente, y por lo que hay que felicitarles).
Pero, bueno, no podemos hacer otra cosa que aceptarlo así y conformarnos, para que la obra de Antonio Campillo vuelva a su lugar y siga siendo destello y alumbre la figura de la mujer murciana, de la que se hace eco el arte.
Aquí queda mi indignación. También mi esperanza.

sábado, 6 de agosto de 2011

El DESCENDIMIENTO, de Caravaggio, en el museo de El Prado.

Madrid se prepara, porque viene Benedicto XVI (ya sabemos: el Papa). Por todas partes hay vallas, (no sólo por los del movimiento 15-M), y en su interior se prepara algún armazón y tarimas desde las que el pontífice se dirigirá a los jóvenes concentrados para escucharle.
Los museos no han querido ser menos y se han puesto a participar.
¿Cómo?
Pues en una especie de “guiño”, entre lo colaborador y el homenaje a los motivos de la religiosa presencia católica.
Así, el museo Thyssen ha titulado “Encuentros” a una sala especialmente habilitada para pintura de escenas religiosas de los siglos XIV al XVIII. (Destaco, por excelentemente soberbia, “La cena de Emaús”, de Mathias Stom).
Este lienzo describe un episodio tomado del Evangelio, donde se narra cómo dos discípulos cenan en Emaús con un extraño que resulta ser Jesús, y a quien reconocen por su forma de repartir el pan, en una expresión de sorpresa y estupefacción. La escena transcurre en un interior iluminado por una vela cuya luz provoca un claroscuro (se nota la influencia de Caravaggio).

El museo del Prado, también se suma a tener presencia en el evento. Y por su obvia colección y fondos, ha programado La Palabra hecha imagen. Pinturas de Cristo”.
De la que los responsables han destacado “El Descendimiento”, de Caravaggio, dedicándole un espacio específico y singular.
Hasta el punto que, a cada hora, aparece un/una especialista en arte y lo explica, gratuitamente, a todos quienes quieran escuchar/ver.
En este cuadro de Caravaggio tiene especial y relevante importancia –además de la escena en sí- la losa-piedra que servirá, primero, para embalsamar a Cristo muerto; y, después, servirá de cobertura de la tumba. Tiene, por tanto, el sentido y significado de “piedra angular” donde se fundamenta la Iglesia.
Es el esquema compositivo que ofrece la idea de lo sólido, lo compacto. Y se sigue en esta representación en la disposición integrada por un grupo humano que se recorta y sobresale de un fondo oscuro. Constituido conforme a una línea diagonal que, desde el ángulo inferior izquierdo, en un juego de luces y sombras:
• Cristo bello y hermoso, sin sufrimiento. Incluso tenues son las marcas de la herida del costado y de los clavos en las manos. Su mano apunta a la piedra, como señalando “lo angular”, el fundamento. (Caravaggio ha imitado la forma y posición de Cristo de acuerdo con La pietá, de Miguel Ángel).
• Nicodemo sostiene las piernas con esfuerzo pero sin fatiga.
• Juan, el discípulo, sostiene el tronco.
• Detrás está la Madre, en la que Caravaggio ha reflejado el paso del tiempo: es madre de un hombre, luego ella es mayor, (contraviniendo las normas que dicen que la Virgen Madre ha de ser joven y guapa), donde María, en actitud de abrazo y acogida, quiere integrar a su Hijo y a quienes le ayudan.
• Detrás, María Magdalena llora.
• Hasta aquí todas son expresiones que miran hacia abajo. El contrapunto lo pone María de Cleofás, que levanta los brazos requiriendo del cielo un reconocimiento de la trascendental situación.
Son formas diversas de manifestar el dolor.
Es éste un cuadro de los llamados “de altar”, hecho para ser contemplado largamente, durante ceremonias religiosas.
Un cuadro de esplendor y significado; merece verse así en esta temporalidad, en una sala específicamente destinada.
Una gozada contemplarlo.

viernes, 5 de agosto de 2011

ANTONIO LÓPEZ, artista en exposición: hay que verla.

He visitado, en este agosto, la exposición que, desde se inauguró, aguarda turno, como si fuera una cita en el calendario de lo que uno debe ver (pasa más o menos igual con lo que hay que leer). Los libros, quizá, pueden esperar. Pero la obra de un artista (tan completo como Antonio López), que llega cuando los museos quieren; hay que verla, pues la evidencia de su perentoriedad, de que en poco más de un mes se clausurará: es ahora cuando lo tenía que ver, este es el tiempo preciso.
Es una exposición ejemplar, -en el museo Thyssen, de Madrid-, de una generosa sere
nidad. Este genio de la pintura y la escultura, Antonio López, se encuentra en el momento adecuado para ser admirado.

Muchos entendidos califican a Antonio López de pintor realista, hiperrealista. Quizá porque su obra transmite
y expresa cómo las diversas realidades domésticas que reconocemos nos parecen “reales”, cuando resulta que es que nos reconocemos en ellas, nos proyectamos. No se trata de copias del natural.
En mi ignorancia de lo que se refiere al arte, me atrevo a decir que lo real que vemos en la obra de Antonio López alcanza contenidos fronterizos con el sueño y la interpretación: donde la idea sale de la vida, de la realidad. El pintor utiliza la pintura para relatar sus visiones, que son el resultado de un largo
y perseverante proceso lleno de sacrificios y de reglas, hasta el punto de que casi nunca da por terminadas sus obras.
Plantándose delante de cada uno de sus cuadros, podemos comprobar que, además de genio, talento e inspiración, hay honradez y trabajo en su singular potencia creadora.
Como él mismo dice: "Hace falta mucha imaginación para leer la realidad”. Pues toda realidad oculta un misterio. Y este es el caso de Antonio López.
La experiencia de asistir a la exposición es sensitiva, previa a cualquier razonamiento estét
ico. Lo pintado no es lo que la mirada advierte: es sobre todo lo retenido en esa otra intuición de la mirada que el arte posibilita.
Antonio López reinventa la realidad, la rehace, más allá de la indudable sabiduría técnica. Una calle, una azotea, una ventana, un paisaje desde donde se contempla el espectáculo magnífico de la cotidianidad. El pintor pregunta y dialoga con el entorno, con una voluntad irrepetible de precisión. Los retratos de
Antonio López disponen de la misma inquietante seducción que sus paisajes: exteriorizan su intimidad, comparten la misma quietud. Las figuras pintadas, dibujadas, esculpidas, son retratos expresivos de la perfección.

No se puede perder asistir a esta exposición, de un artista que ya pertenece a la historia y al concepto de “clásico”, de una calidad suprema, que no es necesario comparar con los geniales clásicos que todos tenemos en la mente, desde antes de Velázquez hasta hoy.

domingo, 22 de mayo de 2011

SI SE MUEVE, MOVERÁ TODO LO DEMÁS. UN CAMINO LARGO DEL PESIMISMO AL ALIENTO Y LA ESPERANZA.

Para comenzar, expreso mi preocupada alegría y la esperanza en este movimiento pacífico. Es un momento sencillo y poliédrico a la vez: sencillo y contundente, porque hay más que sobrados motivos para la indignación. Y complejo porque no sólo se trata de jóvenes –que son los que mayoritariamente se manifiestan-, que han nacido en democracia. Y a ellos se unen personas de todas las edades, que sí conocen el silencio y la censura, el miedo. Y que también están legítimamente indignados.
Los acampados no tienen miedo y sí decisión. No sólo se trata de poner en evidencia la mortecina vida política y su escasa sintonía con los ciudadanos, no sólo se trata de rebelarse contra la economía, la forma de abordar la crisis y el poder omnímodo que poseen y que nadie les ha otorgado a los llamados “mercados”,… Ni lo que dicen algunos relevantes medios de comunicación, que hablan/escriben como si poseyeran la verdad incuestionable; - y a quien nadie ha elegido para que ejerzan ese poder manipulador-.

Porque lo que se desprende de los integrantes de las acampadas, concentrados en las plazas de las ciudades de España, es de que, en paz y con decisión, con claridad, millones de personas puedan expresarse y mostrar, en la práctica, sus pretensiones de participar en vida social y política desde otros presupuestos, y su exigencia de ser tenidos en cuenta, a la vez que vapulean y dejan en evidencia el actual sistema político y de representación.
Los partidos políticos se inquietan: el fenómeno que supone este movimiento queda fuera de su control y no hay acceso, de momento, a discutir o negociar con los manifestantes. Y a tales partidos no debería de cogerles por sorpresa, porque se viene expresando en hechos y muestras de la aversión, el desafecto y el rechazo creciente a sus métodos y a su no represe
ntatividad, que está manos de “los mercados”: “Rey don Sancho, rey don Sancho, / no dirás que no te aviso…” Primero se consideró que no había razones para la protesta y la rebeldía (“se ha vivido por encima de las posibilidades y, ahora, a callar”). Y, en vez de ponerse a reflexionar los propósitos, -porque no hay programas, que llegarán, en breve-, han intentado desacreditar a los revolucionarios, sin conseguirlo. A pesar del ruido mediático para descalificar –y aprovechar para culpar al gobierno y dar argumentos para mantener a sus simpatizantes-votantes, (medios de comunicación y periodistas profesionales del exabrupto, la descalificación), que viven en la paranoia de la conspiración (no siendo verdad, está bien construida y cala en amplios sectores; podemos recordar la “conspiración judeo-masónica” que como un espantajo exhibía el franquismo; y ahora siguen esos pasos, pero ‘mejorados’ por los avances de los medios de comunicación y porque hay muchísima gente a quienes les encantan los relatos de ciencia-ficción bien construidos).

Lo que escriben y gritan los concentrados es mucho más interesante para la ciudadanía que lo que dicen los partidos políticos -éstos deberán adaptarse, renovarse-.
Duren lo que permanezcan, es un aldabonazo estruendoso que no deja a nadie indiferente y tiene y tendrá consecuencias.
Y ahí están.
A los planteamientos y exigencias del Movimiento 15-MDemocracia real’, (más allá de aquel lema del mayo del 68 francés: “Seamos realistas, pidamos lo imposible”, lo que ahora se pide es posible. Otra cosa distinta es que se pueda hacer inmediatamente), de participación democrática, de que haya futuro, trabajo y vida buena, con valores. Los indignados saben lo que no quieren –es su punto de partida- y también aspiran a lo que quieren. Más allá de la aparente ingenuidad, los asistentes se organizan, forman comités, -hay, indudablemente, personas preparadas detrás y delante de esto, pertenecen a la mejor generación de españoles-, y sus concentraciones funcionan como una sociedad plural, ordenada y participativa: es la propuesta de un pretendido modelo que debe ser, cuando menos, considerado. Se están sumando intelectuales que aportan fundamentación al movimiento. Quien ha escrito “¡Indignaos!” (http://conspiraciones.blog.com.es/2011/02/16/texto-integro-de-indignaos-de-hesse-10607025/) es Stéphane Hessel, que es además un luchador de la Resistencia francesa, uno de los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, con prólogo de José Luis Sampedro, economista y escritor, uno de los redactores de “Reacciona” (http://www.blogger.com/(http://www.librosaguilar.com/es/libro/reacciona/)) son personas de indudable talla intelectual. Es una ayuda a la permanencia y proyección futura.
¿Seguirán las cosas igual? Quiero creer que no.
• Porque se ha expresado en libertad, públicamente y en voz alta la inconformidad y la necesidad de futuro en democracia.
• Porque se reivindica la honestidad, la lealtad y la ética.
• Porque se sabe y se siente que el afán de ganar dinero llega hasta el fraude y el engaño, poniendo en serio peligro el futuro, la convivencia y la vida.
• Estos sueños alcanzab
les fecundan de ideas y acreditan la práctica social y política en libertad y participación.
Queremos creer que otro mundo más justo es posible a corto plazo y no sólo es un bello e ingenuo sueño.
Seguiremos hablando.

domingo, 15 de mayo de 2011

NOCHE ‘BLANCA’ EN CARTAGENA: DE LIBROS Y LECTURAS; DE MUSEOS Y CONCIERTOS; DE VIOLINES, LUNA Y LUZ.

Acudo, una vez más, a Cartagena en la noche de los Museos, en el marco de la edición cultural del “Mucho más mayo” cartagenero.
Impresiona la gran cantidad de personas que pasean y llenan calles y plazas, bares y explanadas, museos y conciertos al aire libre.
Hubo que elegir: en cinco horas de estancia en la ciudad portuaria, -hay que reconocerlo-, no se puede abarcar la impresionante oferta de actividades y de lugares que visitar. Hay que dosificarse, y cada año establecer el “¿qué ver y a qué asistir?”, y en unas cuantas ediciones…
De las incontables caras que ofrece el poliedro cartagenero, sólo podemos situarnos en unos pocos vértices:
Tras un breve paseo, impregnándose del ambiente de las calles repletas y de los escenarios dispuestos, comenzamos con la presencia en la librería “Escarabajal”, de la calle Mayor, para un filandón literario. Diversas lecturas, que comenzó María Dueñas, (“El tiempo entre costuras”), siguieron otros leyendo, interrumpido el silencio por el estrépito de apertura de las botellas de cava con que se obsequió a los asistentes. Destacamos la singular presentación del libro de Isabel Mellado, El perro que comía silencios: la propia autora leía fragmentos y, a continuación, interpretaba breves piezas con su violín. La presentó la escritora y psicoanalista Lola López Mondéjar en diálogo con el editor Juan Casamayor, de la editorial ‘Páginas de Espuma’ y con la autora.
Salimos de la librería y a la calle, porque, aunque estábamos bien, el tiempo avanzaba y se consumía: había que comer algo para seguir y resistir la noche.
Los bares, (destacamos “La Catedral”, recientemente inaugurado), restaurantes y cafeterías estaban a rebosar. Por lo que hubo que tomar sólo una cerveza con tapa, ya que la espera para más pitanza podría restarnos sensiblemente de asistir a más sitios.
La cola de espera para entrar al museo y anfiteatro romanos disuadió de colocarse. Otra vez será. La feria de arte en el ático del hotel NH cerró antes de las doce. Las filas se repetían frente a todos los museos, centros expositivos y espacios públicos.

En la puerta del ayuntamiento, un concierto de la orquesta de cámara de Cartagena. Pero hay demasiada gente, que habla e impide escuchar con agrado lo que allí se interpreta musicalmente.

Claro de Luna.
Decidimos explorar otros sitios. La Luna, en lo alto, en fase avanzada de creciente, ilumina las calles, compitiendo con el alumbrado, pero poniendo un perfil y aire sugestivos.
De camino hacia el MURAM, por calle Cuatro Santos, llama la atención que un grupo de personas mira en silencio hacia dentro de una calleja-rincón (calle del Mico). Al acercarnos, oímos un violín y un piano, llenando el aire de sonidos amables, de fragmentos conocidísimos y pegadizos de música clásica. Se ha creado un ambiente intimista y dulcemente acogedor, que se paladea junto con las galletas dulces que ofrecen en ese lugar. Suena Beethoven, en su ‘Claro de Luna’.

La exposición del MURAM es sobre “pasajes del cuerpo contemporáneo”. La creación artística en torno al cuerpo humano, lugar de la experiencia. Obras de creadores y artistas de renombre y fama (Salvador Dalí, Tàpies, Genovés, Valdés,…) ocupan las salas. El trabajo estético, visto desde diferentes enfoques, es para deleitarse tranquilamente, pero se rebasa el tiempo.
Volvemos por la calle de los Refugios, donde la gente espera acceder al ascensor. Subido en una grúa, un muchacho pinta grafitti en las paredes.
Llegamos al puerto. El buque más grande de la Armada española, el 'Juan Carlos I' está, con todas las luces encendidas, en el muelle de La Curra.

Un concierto de música juvenil y moderna junto al Arqua, donde hay una ingente masa de jóvenes y no tanto.

La presencia solidaria con Lorca, tras el terremoto, era evidente en la recogida de donativos en todos los lugares: 'Cartagena, con Lorca'.

Eran más de los dos de la madrugada: había que regresar a Murcia। Lo hacemos con la consciencia de que hemos disfrutado de la noche de los Museos, pero que ha quedado mucho por ver: consideramos que aplazado en gustosa espera, hasta el año que viene. Pues, como dice Tolstoi: "La felicidad consiste no en hacer siempre lo que se quiere, sino en siempre haber querido hacer lo que se hace”.
Y a Cartagena hay que ir.

martes, 12 de abril de 2011

TE DEUM EN EL VI CENTENARIO ARCHICOFRADÍA DE LA SANGRE: 11 abril, 1411-2011. MURCIA

He asistido al TE DEUM de acción de gracias, por el que la Archicofradía de la Preciosísima Sangre, (“Los Coloraos”) ha celebrado 600 años de existencia permanente. 11 de Abril de 2011, se cumplen exactamente 600 años de la fundación. He de reconocer que ha sido una sorpresa: por una parte, que fuera un “acto litúrgico”; y, por otra, que el “Te Deum” del compositor murciano Mariano García (1836-1906) haya sido rescatado y orquestado por alguien a quien conozco y que estaba allí: Salvador Martínez García, profesor de Música. Pero concretemos. No se trataba de un concierto al uso, sino de una función litúrgica solemne presidida y oficiada por el obispo de la Diócesis Cartagena-Murcia. Asistir y presenciar es tipo de ceremonia, aparte de lo vistoso, muestra cómo se evidencia y funciona la Iglesia católica en sus ritos. La Exposición del Santísimo es toda una solemnidad articulada en sus mínimos detalles: el inicio con el himno eucarístico “Pange lingua”, [http://www.youtube.com/watch?v=QmW5pD9Qdvc] Y la conclusión, el final, con el “Tantum ergo” [http://www.youtube.com/watch?v=ngWJ6NDeeQE] Y el himno de la Cofradía, mirando al Cristo de la Sangre, de Nicolás de Bussy, presidiendo el acto. Talla cargada de simbolismo y mensaje: Cristo camina, aun perdiendo sangre por su costado derecho, que recoge un ángel en un cáliz, con la cruz en diagonal, inclinada, no está vertical, apunta y expresa que hay que seguir avanzando aun en la más extrema dificultad: no hay que rendirse. El cortejo religioso fue recibido y despedido por una Fanfarria, alegre y emotiva, interpretada por la orquesta sinfónica de Elche. El asunto central, además de lo estrictamente religioso, era el TE DEUM que ha rescatado el profesor Salvador Martínez. A la conclusión del acto, nos hemos saludado, y él ha explicado, en el diálogo informal y abierto, por una parte, el proceso de reconstrucción de la partitura recobrada; y, por otra, todo el trabajo desplegado por él mismo para poner música orquestal –pues la partitura estaba escrita sólo para órgano-. Salvador ha sido muy felicitado: la verdad es que ha hecho un trabajo encomiable, inspirado y con oficio, con gran sensibilidad artística y sentido musical. La interpretación del TE DEUM, bien articulada la orquesta con la Coral Discantus, con la soprano Eva Tenorio, -joven de cuidada y agradable voz-, ha resultado una delicia. (La música ha resultado estar bien interpretada, luchando con éxito contra las condiciones acústicas de lo que es una iglesia: el sonido sube y, al bajar, 'choca' en el camino con las notas que quieren elevarse. El director de la orquesta ha tenido en cuenta esta circunstancia, que ha resulto con habilidad. La cofradía, junto al programa del acto, tuvo la cortesía de ofrecer la letra del Te Deum, del compositor Mariano García, en latín y castellano, con lo cual ha podido seguirse con oportunidad. A los asistentes, que abarrotaban el templo, le ha gustado. A mí, también. Y como ha dicho el obispo José Manuel: “¡larga vida a la archicofradía de La Sangre”।

Nota.- Las fotos se las hemos de agradecer, a mi amigo Ángel L. Riquelme, director del Museo de la Huerta, que con su moderno artilugio iphone ha tomado las imágenes.