sábado, 24 de mayo de 2014

Noche de los Museos,... será en mayo de 2015 Aguardando el paso los días.



Desde 1977, ya suman 37 años consecutivos de celebración de esta fiesta internacional: casi ciento cincuenta países organizan actividades y dejan las puertas de sus recintos abiertas al público. Siempre en el sábado más cercano al 18 de mayo. En la jornada del domingo, se llama a la visita y el descubrimiento de los museos (lugares públicos, para muchos todavía desconocidos; hay quienes se quejan de la difusión del evento) y lo que ofrecen.
En esta ocasión el lema es "Los vínculos creados por las colecciones de los museos".

 ¿Ir al museo, de noche y en el tiempo apretado de unas tres horas…?

No se trata de acudir por presión, ni de atiborrarse para alcanzar, en una noche, lo que debiera/debe ser una planificación espaciada y realizada a lo largo del año. Podría resultar contraproducente, (no sé si hasta llegar al punto de síndrome de Sthendal, que se manifiesta cuando, en poco tiempo, contemplamos  de forma continuada un gran número de obras de arte y que pudiera convertirse en  sufrir un malestar personal).

Se forman colas en estos centros culturales. Más gente de lo habitual en esta fiesta se acerca a los museos, pero menos de lo que podría haberse esperado. (“Noche de los Museos” abarrotó Cartagena, lo que es un hecho habitual, creciente, singular y distinguido).

Los puntos cardinales de la convocatoria en torno a los museos se polarizan en:



· Los Museos en sí, sus colecciones temáticas y de actualidad. Visitas guiadas, de forma gratuita.
Hay pensar y actuar en favorecer los paseos culturales itinerantes, en Murcia, como el realizado desde el museo de Bellas Artes: caminar hasta el Museo de la Muralla, pasando por el monumento a Abderramán II, concluyendo en san Juan de Dios.

· Talleres y actividades en torno a temas del museo correspondiente o de un aspecto de promoción, destinado, sobre todo, a la infancia: preparando el futuro inmediato. Hay actividades para todas las edades.

· Literatura en la calle y cafeterías cercanas al museo que la propone: presentación de libros, presencia de autores, mesas redondas y diálogo, recitales poéticos.
La convención habla con una descripción descorazonadora –que hay que quebrar y sustituir la vulgaridad de tópicos y trivialidad- de la Poesía y la Narrativa. Así, se estima ‘normal –?- que las personas no habituadas a leer ni siquiera osen acercarse, ¿quizá por temor a ser devorados por un mundo incomprensible o melancólico y que, además, resulte agradable?
Hay que imaginar e ingeniar la proximidad la poesía, con el empleo de un lenguaje cercano a nuestros días: un punto de conexión, una posibilidad de aunar cultura popular y culta.

· Música que en cada recinto se interpreta: diversa y temática, singular y distinguida, según el museo, para acudir. Adscribir un estilo de música a cada Museo que, con cierta habitualidad, (por no encasillar permanentemente), sería/es una seña identidad que hace conjunto.
La música como referencia, así como la presencia de pintores y otros artistas, son/serán un distintivo: conjugar y mezclar diferentes tradiciones literarias y lenguajes creativos, consigue un aire de naturalidad.

Un espectáculo, como el del museo “Ramón Gaya”, en el que la música dialoga con una selección de obras de la colección, proyectadas en la fachada-.


El museo de Bellas Artes (MUBAM), con su rock/blues. Y que ofreció, además las visitas guiadas, y el paseo itinerante por el Museo y monumentos cercanos.




La iglesia-museo de san Juan de Dios, excelente ubicación donde acrisolar la música con instrumentos de metal, y de gran grupo/conjunto musical.




El museo de la Catedral, (“Música, literatura y arte”), ofreció un dueto de violín y flauta, que sonaba delicado y envolvente desde las alturas góticas.


El museo y espacio de santa Clara, con el jazz en la noche abierta, entre ecos de agua.





El museo Arqueológico, que también se apuntó a esta iniciativa, ofreciendo música cubana, con bastante aceptación de público.





El museo de la Ciudad, con música celta y cantigas.


La música de bandas, en la mañana del domingo, en el Museo de la Ciencia, en el espacio “Molinos del Río/Caballerizas”, y otras plazas murcianas.


Habría que convocar -es preciso tenerlo en cuenta- en ámbitos propicios a los músicos de Murcia: a los cuartetos de cuerda, a los de viento madera-metal, a los pianistas,… Que esta noche sea motivo de presencia y que todos se sientan llamados sin ausencias.

Visitar de día o en esta extraordinaria noche, los Museos, abierta y gratuitamente, –señalamos los de Murcia y recomendamos los de Cartagena- en sus actividades y recepciones guiadas para todas las edades: los niños, protagonistas y destinatarios.

También la “Noche de los Museos se inventa con tradición y osadía, a veces imprevisible en el momento cultural actual. La popularización, la posibilidad de buscar nuevos espectadores/visitantes podrá venir desde una modernidad expresiva de formas y contenidos.

Los talleres creativos para todas las edades, más allá que la simple diversión. Es una idea y una práctica, de forma especial en aquellos que disponen de jardín en el recinto (Museo de la Ciencia, Museo de la Ciudad de Murcia y museo del convento de Las Claras. Se unió a la noche el Real Casino de Murcia, facilitando la entrada y la visita. 
[El museo Salzillo, parece ser, tiene algunas dificultades para abrir por la noche. Se otorgó el domingo por la mañana, gratuitamente, para visitas guiadas, previa inscripción).

Actualización y la renovación de los museos: mostrar y explicar el arte y la cultura para adaptarse a los tiempos y al público del siglo XXI. La expresión artística de los museos está estrechamente relacionada con los modos de vida de los ciudadanos. Más allá de su venerable pátina. El cibermundo se hace presente en el campo interconectado y sobreexpuesto. La pantalla genera un nuevo rastro que atesora un factor revolucionario sutil y complejo al mismo tiempo: lo real como un espacio incluye todas las vías externas por las cuales puede viajar la información, tiene que contribuir a la consolidación de aquellos procesos por medio de los cuales dejemos de ser usuarios o clientes o víctimas
Quizás mediante esto se llame a la sensación, en el próximo cotarro festivo-museístico, que los Museos existirá no en tanto que algo de lo que se habla sino de algo que habla. Y que actúa constantemente.
Hay tantas cosas por hacer, tanto futuro por construir, que uno no sabe por dónde empezar.



Adenda.- La Noche de los Museos abarrotó Cartagena.

No sólo visitas a los recintos culturales, rutas guiadas y representaciones sobre la sociedad y los espectáculos de épocas cartaginesas y romanas.
Una jornada inabarcable de quince horas de cultura y  combinación de espacios artísticos y escenarios urbanos. 43 lugares donde escoger. Se nota un conjunto de inteligencias coordinadas que ha hecho de esta noche cartagenera un referente ineludible. (Hay que tomar nota).

lunes, 19 de mayo de 2014

“La PIEL DETENIDA” (performance, en El Almudí) en la EXPOSICIÓN ‘POMPEYA’, de PEDRO CANO






REVERBERACIÓN DE VIGOR VITAL:

CONFLUENCIA de cuadros y actores/actrices.

     

Se alarga la "Noche europea de los Museos" y se convierte en día, cercano ya el ocaso del domingo. 
Y venir aquí, a intentar un ofrecimiento/descripción de lo que da de sí una fusión conmovedora de expresión verbal y corporal con los colores del pintor Pedro Cano. Momento en la tarde del domingo, en la exposición, ya que elevadamente es interesante por sí misma, y que destila sustancia vital aportada por actrices y actores.


Las impresiones se proyectan y perdura en la retina, en el entendimiento y en la conciencia.


Aunque se trate de una palabra inglesa, performance se entiende como referencia: quizá explicarlo en español sea complejo. Digamos que es una representación escénica que refleja y alude a un argumento poderoso. Y, por su expresión, cuando menos, es perturbadora. En esta ocasión, además, es bella e inquietante, en su manifestación artística y su discursivo testimonio, a la vez, real y simbólico, en proximidad de ideas, dolor y amor, emociones y arte contiguo y encadenado con las pinturas de Pedro Cano, (exposición “Pompeya, en el centro de arte palacio Almudí, Murcia).

Tiene por título “La piel detenida.

Sorprendió por su planteamiento estético, cuestión compleja y difícil, acrecentando la vida que purifican los cuadros de Pedro Cano. Y los numerosos asistentes se impregnaron en momentos estéticamente sobrecogedores y estéticos: la armonizada expresión corporal de las figuras en movimiento, por toda la gran sala del palacio Almudí, más que sorprender, su contenido cautivó miradas y ánimos; convirtió en cómplice al lugar escénico.

Impresionante convivencia de movimiento, palabra y color.   
En la diversidad y divergencia radica, en mi opinión, la potencia de hecho cultural concreto de esta tarde. Creo que estas acciones ayudan, predisponen e invitan a que nazcan pasiones por la cultura.

Una performance de expresión física, palabra y música con fondo, incidencia y circunstancia de una representación pictórica es, sobre todo, una gran lectura de un texto visual complejo con núcleo y corazón en la pintura. 
Y ello convierte al observador en un lector dinámico, en el mejor lector posible.

Los cuerpos que dramáticamente se arrastran junto a los cuadros, rememoran y dan movimiento a personas que, en el año 79 d. C., fueron devoradas por la lava, envueltas y momificadas en las cenizas procedentes de la erupción del Vesubio.

Cuerpos de persona que se recogen y estremecen en el dolor del fuego y ahí permanecen. Queriendo resistir, se concluye en la circunstancia de aceptación. Y se asemejan, poco a poco, a los objetos pictóricos que ha recreado el artista Pedro Cano”.

Y lo voz clara, modulada y enérgica, emocional y demandante de la actriz Mª Dolores Galindo advierte y avisa “Por las ciudades muertas de Pedro Cano”. Es, a la vez, un lamento y una esperanza; una creencia, un reconocimiento y una promesa de aliento.



Se manifiestan, hablan y cantan, lloran y ríen las “Pecadoras, cuyo único ‘pecado -?- es haber amado a sus hijos y a sus personas cercanas, a quienes han quedado carbonizados, aún en la protección demostrada: la vida de los otros antes que la propia.

Y concluir en el “Poema cuarteto de Pompeya, donde se expresa que ninguna acción ni momento son en balde: hay trascendencia en los sentimientos, en la energía y en las palabras, en el blanco resplandor y en la expresión del amor.
En el momento de mayor peligro emerge el amor.

Un canto a la esperanza y a la delicadeza del sentimiento humano más definitorio.




Silencio o, todo lo más, un rumor de pasos, palabras confidenciales y respiraciones. No había voces del público. Hasta los niños quedaron enganchados de lo que allí ocurría. La esencia está ahí, en el impacto, el descubrimiento y la educación.
Falta mucho, porque habitualmente ha escaseado lo artístico y lo auténtico, y el fin educador. Llegará. Queda ver y percibir las singularidades y las diferencias, la compatibilidad y diálogo entre formas y expresiones artísticas, vertientes creativas.  Y aprender de ellas, tras el deleite en el gusto de presenciarlo.
Este evento de conjunción movimiento, palabra y color tiene entidad. Ayuda a que se quiera el arte.

La sociedad es un conjunto de ciudadanos que sienten su destino más allá de la urgencia de las cifras, las estadísticas y de oscuros intereses y mercancías. La cultura y sus expresiones hacen sostenible la situación que queremos, amparada en principios éticos y de pensamiento que el arte puede proporcionar.
Por eso nuestras sociedades se darán cuenta de ello, hay siempre alguien que crea y alguien que piensa, que razona, que analiza. Y gusto por el saber y las Humanidades recobrarán y dispondrán de  un nuevo prestigio perdido y necesario.


La Cultura es la mitad de lo que todos llevamos dentro. La otra mitad la vamos conformando con fragmentos de lugares y estados de ánimo. Como el de esta tarde dominical del 18 de mayo.

La versión artística de la producción de la Escuela de Superior de Arte Dramático (ESAD), de Murcia, ha sido de un impacto altamente estético. Y puedo afirmar que el pintor Pedro Cano estuvo visiblemente emocionado. Y no sólo él, sino los centenares de personas que acudieron.