miércoles, 8 de abril de 2015

En torno a "la Mañana de Salzillo", (III)

(Conclusión)

Presencia de
   
la Ética.

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(Valoración final)
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DE LO INMATERIAL


(y III)

6.- Aparece, -lo contiene-, un sentido ético.


La vida es lo que le impulsa. El origen específico no es fruto de una serie de casualidades, sino de una refinación de vivencias que se mantienen y otras que se transforman en el tiempo.  A todo esto habría que sumar la circunstancia sociológica de las personas. Cuando los ciudadanos reconocen la autoridad de la historia y deja de ser un acto de fe, al margen de quién sea el gobernante, se consolida la aceptación de que la vida valía y vale la pena de ser vivida en las características de una sociedad concreta. Había, hay y habrá en ella muchas cosas hermosas, también para quienes no poseen recursos.


 Quizá la cuestión pudiera ser grave si hay malas prácticas (en el factor económico puede haber una posible ausencia de escrúpulos, si lo que busca el capital es el beneficio económico a toda costa, que todo lo condiciona), tanto en los negocios relacionados como en la ignorancia, distorsión o negación del sentimiento de identidad y continuidad. Si éstas sufren, puede que se dé un momento patético y desfavorable, que debe ser contenido, valorando si se puede recuperar y si es posible comenzar de nuevo, en gestión ética con inteligencia e imaginación hacia el futuro, que no es algo súbito pero si inequívoco.

La Política, como arte de lo posible, con sus gestores temporales, está obligada a observar y tener en cuenta, a fundamentar e, incluso, proponer, de manera gradual y efectiva, tipos de persona con sensibilidad y vocación por la cultura, inclinados a la acción. No será simplemente una persona informada de lo que pasa sino que lo experimenta y afronta en hechos esenciales de la vida.

Una categoría de persona que, en su tiempo libre, tras el trabajo, contribuye a mantener sólidamente el patrimonio cultural inmaterial. Un ser humano, individual y social, que dedique su tiempo y esfuerzo para estimular la pervivencia de lo inmaterial en la sociedad y en la cultura; una persona a quien le gusta estar al tanto de todo, reflexionar sobre ello, asociarse y sacar conclusiones de todos los ámbitos de su vida en el marco geográfico donde habita. A la vez que demande de los dirigentes públicos que sean receptivos para armonizar el arte y la política.

Es una proposición de ejemplo y acciones de un ‘ciudadano ético’, (se puede atender a las indicaciones de la Filosofía, con respecto a modelos éticos), que tiene disposición para conocer, asimilar y participar en el patrimonio físico e inmaterial del entorno en que vive y se mueve. Y que, a su vez, será un punto de referencia para quienes, desde fuera, vean el proceso y estimen acercarse a conocerlo.
Que la Ética aparezca aquí es porque, por una parte, estamos hablando de personas, no de otra cosa. Y, por otro lado, disponer de criterios: de libertad, de consideración humana y responsabilidad. Donde haya personas coexistiendo, que con sus acciones y las consecuencias pueda afectar a los otros, debe de haber principios éticos.
Y en este asunto de vivir periódicamente el hecho cultural, cuando menos, hay cinco actitudes y tipo de personas:

1.- Quienes se implican intensamente. Es una minoría comprometida, con capacidad de generar y extender el entusiasmo.

2.- Quienes acogen la manifestación del hecho cultural, les agrada, pero son sólo usuarios pasivos. Es una mayoría de reconocimiento, de agrado ante lo que ve, de aplauso y sin conflicto. Aceptan la permanencia de la tradición y sienten la identidad, aunque sea momentánea.

3.- Quienes, aún siendo del lugar, ignoran el hecho, porque lo desconocen: por razones económicas, de nacimiento o de no tener acceso a la información. Esta situación es superable, sin adoctrinamiento. Conforma un segmento social al que hay mostrar lo que hay. Mostrárselo, y ya, que lo acepte o no, dependerá de su voluntad y conveniencia.

4.- El forastero y extranjero, que se encuentra ante un hecho cultural que puede despertar su curiosidad o no. Puede participar en la visión del espectáculo pero, una vez concluido, no le duran las emociones.

5.- Quienes no les interesa y, voluntariamente, se oponen, por diversos motivos, a estas manifestaciones. En una actitud respetable mientras no haya descalificación por enfrentamiento excluyente.

Y seguramente habrá más particularidades. Pero se trata de justificar la presencia de los saberes y sus métodos.


 7.- Síntesis y conclusiones (siempre provisionales en lo humano).

No es esto una meditación sobre la tradición y la melancolía sino lugar de pensamiento y de intercambio. Es cuestión de cómo hacer en la aplicación armónica de esas formas de la rutina y de la inventiva. Y que el mensaje no se pierda en un propósito anecdótico.

Conocida la acción política de gobierno que, como todas, afecta a los ciudadanos pero que, en esta ocasión, la disposición legal se refiere a sentimientos y vivencias, a “los vínculos emocionales establecidos entre el pueblo y el conjunto escultórico de la obra del artista F. Salzillo, compleja vinculación de perfiles difusos pero perdurables en el tiempo, se ha considerado escribir una observación sobre la acción político-administrativa. Y una proposición de actividad para que llegue e impregne a la ciudadanía sobre el Bien de Interés Cultural Inmaterial “La Mañana de Salzillo”, en Murcia.


 Se ha contemplado un itinerario posible, en la búsqueda de un importante segmento de la ciudadanía que conoce, siente y hace suyo el patrimonio cultural específico de su entorno, de carácter universal tanto físico como inmaterial. El hecho de que todo lo que hacemos lo aprendemos primero por imitación, es indicación suficiente de hasta qué punto es un elemento esencial de la vida.

 Ahora toca que otros hablen.
Abril, 2015

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