He asistido al TE DEUM de acción de gracias, por el que la Archicofradía de la Preciosísima Sangre, (“Los Coloraos”) ha celebrado 600 años de existencia permanente. 11 de Abril de 2011, se cumplen exactamente 600 años de la fundación. He de reconocer que ha sido una sorpresa: por una parte, que fuera un “acto litúrgico”; y, por otra, que el “Te Deum” del compositor murciano Mariano García (1836-1906) haya sido rescatado y orquestado por alguien a quien conozco y que estaba allí: Salvador Martínez García, profesor de Música. Pero concretemos. No se trataba de un concierto al uso, sino de una función litúrgica solemne presidida y oficiada por el obispo de la Diócesis Cartagena-Murcia. Asistir y presenciar es tipo de ceremonia, aparte de lo vistoso, muestra cómo se evidencia y funciona la Iglesia católica en sus ritos. La Exposición del Santísimo es toda una solemnidad articulada en sus mínimos detalles: el inicio con el himno eucarístico “Pange lingua”, [http://www.youtube.com/watch?v=QmW5pD9Qdvc] Y la conclusión, el final, con el “Tantum ergo” [http://www.youtube.com/watch?v=ngWJ6NDeeQE] Y el himno de la Cofradía, mirando al Cristo de la Sangre, de Nicolás de Bussy, presidiendo el acto. Talla cargada de simbolismo y mensaje: Cristo camina, aun perdiendo sangre por su costado derecho, que recoge un ángel en un cáliz, con la cruz en diagonal, inclinada, no está vertical, apunta y expresa que hay que seguir avanzando aun en la más extrema dificultad: no hay que rendirse. El cortejo religioso fue recibido y despedido por una Fanfarria, alegre y emotiva, interpretada por la orquesta sinfónica de Elche. El asunto central, además de lo estrictamente religioso, era el TE DEUM que ha rescatado el profesor Salvador Martínez. A la conclusión del acto, nos hemos saludado, y él ha explicado, en el diálogo informal y abierto, por una parte, el proceso de reconstrucción de la partitura recobrada; y, por otra, todo el trabajo desplegado por él mismo para poner música orquestal –pues la partitura estaba escrita sólo para órgano-. Salvador ha sido muy felicitado: la verdad es que ha hecho un trabajo encomiable, inspirado y con oficio, con gran sensibilidad artística y sentido musical. La interpretación del TE DEUM, bien articulada la orquesta con la Coral Discantus, con la soprano Eva Tenorio, -joven de cuidada y agradable voz-, ha resultado una delicia. (La música ha resultado estar bien interpretada, luchando con éxito contra las condiciones acústicas de lo que es una iglesia: el sonido sube y, al bajar, 'choca' en el camino con las notas que quieren elevarse. El director de la orquesta ha tenido en cuenta esta circunstancia, que ha resulto con habilidad. La cofradía, junto al programa del acto, tuvo la cortesía de ofrecer la letra del Te Deum, del compositor Mariano García, en latín y castellano, con lo cual ha podido seguirse con oportunidad. A los asistentes, que abarrotaban el templo, le ha gustado. A mí, también. Y como ha dicho el obispo José Manuel: “¡larga vida a la archicofradía de La Sangre”।
Nota.- Las fotos se las hemos de agradecer, a mi amigo Ángel L. Riquelme, director del Museo de la Huerta, que con su moderno artilugio iphone ha tomado las imágenes.
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