Desde 1977, ya suman
37 años consecutivos de celebración de esta fiesta internacional: casi ciento
cincuenta países organizan actividades y dejan las puertas de sus recintos
abiertas al público. Siempre en el sábado más cercano al 18 de mayo. En la
jornada del domingo, se llama a la visita y el descubrimiento de los museos (lugares
públicos, para muchos todavía desconocidos; hay quienes se quejan de la
difusión del evento) y lo que ofrecen.
En esta ocasión el
lema es "Los vínculos creados por las colecciones de
los museos".
¿Ir al museo, de noche y en el tiempo apretado
de unas tres horas…?
No se trata de acudir por presión, ni de atiborrarse para alcanzar, en una noche, lo que debiera/debe ser
una planificación espaciada y realizada a lo largo del año. Podría resultar
contraproducente, (no sé si hasta llegar al punto de síndrome de Sthendal, que
se manifiesta cuando, en poco tiempo, contemplamos de forma continuada un
gran número de obras de arte y que pudiera convertirse en sufrir un malestar
personal).
Se forman colas en estos centros culturales. Más gente de lo habitual en esta fiesta se acerca a los museos, pero menos de lo que podría haberse esperado. (“Noche de los Museos” abarrotó Cartagena, lo que es un hecho habitual, creciente, singular y distinguido).
Los puntos
cardinales de la convocatoria en torno a los museos se polarizan en:
· Los Museos en sí,
sus colecciones temáticas y de actualidad. Visitas guiadas, de forma gratuita.
Hay
pensar y actuar en favorecer los paseos culturales itinerantes, en Murcia, como
el realizado desde el museo de Bellas Artes: caminar hasta el Museo de la
Muralla, pasando por el monumento a Abderramán II, concluyendo en san Juan de
Dios.
· Talleres y
actividades en torno a temas del museo correspondiente o de un
aspecto de promoción, destinado, sobre todo, a la infancia: preparando el
futuro inmediato. Hay actividades para todas las edades.
· Literatura en
la calle y cafeterías cercanas al museo que la propone: presentación
de libros, presencia de autores, mesas redondas y diálogo, recitales poéticos.
La
convención habla con una descripción descorazonadora –que hay que quebrar y
sustituir la vulgaridad de tópicos y trivialidad- de la Poesía y la Narrativa.
Así, se estima ‘normal’ –?- que las personas no habituadas a leer ni siquiera osen
acercarse, ¿quizá por temor a ser devorados por un mundo incomprensible o
melancólico y que, además, resulte agradable?
Hay que
imaginar e ingeniar la proximidad la poesía, con el empleo de un lenguaje
cercano a nuestros días: un punto de conexión, una posibilidad de aunar cultura
popular y culta.
· Música
que en cada recinto se interpreta: diversa y temática, singular y distinguida,
según el museo, para acudir. Adscribir un estilo de música a cada Museo que,
con cierta habitualidad, (por no encasillar permanentemente), sería/es una seña
identidad que hace conjunto.
La música como referencia, así como la
presencia de pintores y otros
artistas, son/serán un distintivo: conjugar y mezclar diferentes
tradiciones literarias y lenguajes creativos, consigue un aire de naturalidad.
Un espectáculo,
como el del museo “Ramón Gaya”, en el que la música dialoga con una
selección de obras de la colección, proyectadas en la fachada-.
El museo de Bellas Artes (MUBAM), con su rock/blues. Y que ofreció, además las visitas guiadas, y el paseo itinerante por el Museo y monumentos cercanos.
La iglesia-museo de san Juan de Dios, excelente ubicación donde acrisolar la música con instrumentos de metal, y de gran grupo/conjunto musical.
El museo de la Catedral, (“Música, literatura y arte”), ofreció un dueto de violín y flauta, que sonaba delicado y envolvente desde las alturas góticas.
El museo Arqueológico, que también se apuntó a esta iniciativa, ofreciendo música cubana, con bastante aceptación de público.
La música de bandas, en la mañana del domingo, en el Museo de la Ciencia, en el espacio “Molinos del Río/Caballerizas”, y otras plazas murcianas.
Habría que convocar -es preciso tenerlo en cuenta- en ámbitos propicios a los músicos de Murcia: a los cuartetos de cuerda, a los de viento madera-metal, a los pianistas,… Que esta noche sea motivo de presencia y que todos se sientan llamados sin ausencias.
Visitar de día o en
esta extraordinaria noche, los Museos, abierta y gratuitamente, –señalamos los
de Murcia y recomendamos los de Cartagena- en sus actividades y recepciones guiadas
para todas las edades: los niños, protagonistas y destinatarios.
También la “Noche
de los Museos” se inventa con
tradición y osadía, a veces imprevisible en el momento cultural actual. La
popularización, la posibilidad de buscar nuevos espectadores/visitantes podrá
venir desde una modernidad expresiva de formas y contenidos.
Los talleres
creativos para todas las edades, más allá que la simple diversión. Es una idea
y una práctica, de forma especial en aquellos que disponen de jardín en el
recinto (Museo
de la Ciencia, Museo de la Ciudad de Murcia y museo del
convento de Las
Claras. Se unió a la noche el Real Casino de Murcia, facilitando la
entrada y la visita.
[El museo Salzillo,
parece ser, tiene algunas dificultades para abrir por la noche. Se otorgó el
domingo por la mañana, gratuitamente, para visitas guiadas, previa
inscripción).
Actualización y la renovación de los museos: mostrar y explicar el arte y la cultura para adaptarse a los tiempos y al público del siglo XXI. La expresión artística de los museos está estrechamente relacionada con los modos de vida de los ciudadanos. Más allá de su venerable pátina. El cibermundo se hace presente en el campo interconectado y sobreexpuesto. La pantalla genera un nuevo rastro que atesora un factor revolucionario sutil y complejo al mismo tiempo: lo real como un espacio incluye todas las vías externas por las cuales puede viajar la información, tiene que contribuir a la consolidación de aquellos procesos por medio de los cuales dejemos de ser usuarios o clientes o víctimas
Quizás mediante
esto se llame a la sensación, en el próximo cotarro festivo-museístico, que los
Museos existirá no en tanto que algo de lo que se habla sino de algo
que habla. Y que actúa constantemente.
Hay tantas cosas
por hacer, tanto futuro por construir, que uno no sabe por dónde empezar.
Adenda.- La Noche de los
Museos abarrotó Cartagena.
No sólo visitas a los
recintos culturales, rutas guiadas y representaciones sobre la sociedad y los
espectáculos de épocas cartaginesas y romanas.
Una jornada inabarcable
de quince horas de cultura y combinación
de espacios artísticos y escenarios urbanos. 43 lugares donde escoger. Se nota
un conjunto de inteligencias coordinadas que ha hecho de esta noche cartagenera
un referente ineludible. (Hay que tomar nota).
No hay comentarios:
Publicar un comentario