A Mari Carmen, In memoriam
[Esta remembranza se escribe por todas las personas que mantienen viva la llama de tu presencia, sin olvido].
Cada 25 de enero concitas que te invitemos a nuestra reunión. Y puedo asegurarte que estás. Porque vives en los corazones de muchas personas. No te has ido, aunque hace seis años que, cada día, por el motivo que sea, alguien te nombra. Y lo que se nombra es seguro que existe.
¿Qué ha pasado en todo este tiempo? Pues para empezar, nuestra Carmen (Menchu, como tú le dices), está por comerse el mundo, pues no se deja pisar el terreno por enfermedad o contratiempo: todo lo supera. Está fuerte y le encanta cumplir años. Lo que no acaba de aceptar es que tú… no vengas a descansar tras la guardia en el 112. Puedo decirte, sin modestia –que sería falsa-, que todas tus recomendaciones y sugerencias con ella las llevamos al milímetro;… porque si no, ¡…bien sabemos cómo te pondrías…!
En el último año hay alegres novedades.
Valeria está creciendo entre nosotros con energía y salud. Y, como no podía ser menos, es una… sorianaza, (como tú dirías), aún más allá de los rasgos físicos y las expresiones de su padre, nuestro Pedro. Es lista, guapa y con muy buen humor y amplia sonrisa –esto es de la madre-, entre otras muchas características manifiestamente valiosas, (lo mismo alguien piensa que se me desparrama la saliva, ¡…qué voy a decir yo de mi nieta!), que están al alcance de la vista de cualquiera, y ahí está su encanto.
María Rosa me entiende muy bien, que también es abuela de hace poco. (Aunque parece la madre, de joven y guapa que está). Por cierto: hace mucho que no sé nada de Fabiola. Pero a quien no se le pasa mantener limpia tu presencia es a Maruja, la más amplia madre.
La prima Maite está hecha toda una trabajadora social. En Lorquí la están disfrutando. Y sigue tan guapa y buena moza, hecha una buenísima tita con sus sobrinos. Pero no se le pasa ningún sábado para revisar, junto a la tita Carmen, las macetas que te pertenecen. Por supuesto que continúa, con todas las demás que tú has compartido, en el grupo de “Los jueves, teatro”.
¡…Ah, una cosa,… Lisi se casó! (Actuó de pediatra en el puerperio de Valeria).
Lisi iba muy guapa y fue una boda memorable, donde Isabel, su madre, estuvo con infinitamente más estilo que cualquiera de esas que se nombran en los programas ‘rosa’: es decir, derrochó naturalidad y acogimiento. Allí estuvo Antonia,… bueno, que si me pongo a nombrar, seguro que me dejo a más de una. Estuvieron todas, ya está.
Tu ahijada, María, está trabajando, que no para… Sigue con la misma energía de siempre, o más. Y Tere Jaci, tan alegre, tan moderna, tan envidiablemente joven. Ana sigue manteniendo sus tres manifestaciones más claras: inteligencia sentiente, excelencia laboral y simpatía desbordante.
Carmen Baños también aparece, tras algún achaque, y está estupenda.
Afortunadamente, y aunque me cueste más saber de ellas, -perdón, por no citarlas, pero están aquí-, a la par que todas a quienes he mencionado, hay amigas y compañeras que siguen teniendo el mismo ritmo de compromiso, de trabajo y de alegría que tú bien conoces.
De Ceutí, ¡…qué decirte! Mejor ni lo comento, pero… ahí estamos.
El SMS –que no es un mensaje de móvil, vaya...- está como te lo dejaste: los de Urgencias salvando vidas en treinta segundos, como tú has hecho repetidamente. Y los superespecialistas citando a la gente para el año que viene, o más, a ver si... Y se quejan, por supuesto. Y le echan la culpa al gobierno de España, porque en esta región, aunque gobiernan los mismos desde hace 14 años,… aquí no hay culpables ni responsables; sólo hay urbanizaciones... y gobernantes en los juzgados.
Bueno,… bueno. No te caliento más el coco con estos asuntos.
Creo que es mejor decirte que, cada vez, se está alcanzando mejores niveles de música y arte, como tú querías y como te gusta. Ya te hablaré, otro día, de los conciertos y las exposiciones.
¡Ah,… se me olvidaba! Nico está cautivado perdidamente, encantado por una vasca, pero con entusiasmo,… ¡que sí! Además, con eso, ya tenemos excusa para viajar a San Sebastián/Donosti. Es muy simpática,
Ya has notado que me ha salido una crónica llena de glamour, pero es que sé que a ti se te puede decir todo esto, y que te vas a reír.
Por un lado, aunque ha aumentado tu distancia, no se movido la conciencia de tu estancia entre nosotros. Hasta cuando alguien tose, se es consciente de tu apuesta por la salud de los otros y, cada vez más, la gente lo asume como una responsabilidad directa: hay que estar bien, por ti.
En definitiva, creo que todas y todos quienes te conocen y te viven, están de acuerdo en que somos lo que sentimos, también lo que pensamos y recordamos, del mismo modo que "somos lo que hacemos".
Aunque tengo la aflicción y el desconsuelo por no verte, he de decirte que ha sido un gozo pasear por tus señas de identidad y tus referencias, aprovechando tus personas y sus trayectos y los espacios de tus huellas. Con ese bagaje completo, al máximo, intentamos llegar a la vida y llenarla de cada día, manteniendo cálido el lugar que ocupas en cada corazón y memoria.
Gracias
ResponderEliminarEnternecedora la carta que envías a tu hermana, querido amigo. Rebosa frescura, naturalidad, buen humor y cariño. Y dice, por supuesto, muchísimo de su destinataria , a la que no tuve la suerte de conocer pero que ahora, a través de tí, es casi casi como si la hubiera conocido.
ResponderEliminarDonde quiera que esté, le habrá encantado, seguro.
M. J.
Me da tristeza leer está carta a tu hermana(las hormonas del embarazo)porque siendo joven ....en fin,nos das la oportunidad de conocer cómo era y como sois vosotros.La pones al corriente de los acontecimientos que han sucedido desde que se fue,es una manera de mantenerla viva,aunque siempre estará en vuestros corazones.Gracias Juan
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