
Ejemplos pueden ponerse muchos, (como recientemente hemos citado la Sala Belluga Cajamurcia), a lo largo de toda la geografía. Como es el caso de que, en el Museo del Prado, en el programa expositivo y en la sección espacial que se habilita, en cada caso, para la obra invitada, se mostró el “Descendimiento”, de Caravaggio; también una muestra de obras religiosas de Murillo,… y tantos otros más.
O la ''La Gioconda'' del Prado, (más limpia y guapa que la del Louvre, y que no tiene nada que envidiar a la que está en París).
Ahora le toca habitar el espacio de obra invitada al Retrato de caballero, de Velázquez. Se trata de un soldado anónimo que aparece en Las lanzas, (La rendición de Breda).
Hay quienes creen que se trata del propio Velázquez. La comparación con otros retratos donde aparece el pintor, desvela más diferencias que semejanzas: el tono pálido de la tez, los ojos, la nariz del personaje inclinan a considerar que es una persona distinta al pintor.

ORIENTALISMOS
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Hasta ahora, la visión sobre lo oriental se ha venido concretando mediante contraposiciones: la sobriedad occidental frente a la exuberancia oriental; la racionalidad de Occidente frente a la espiritualidad de Oriente.


Y aquí está esta muestra artística, que es muy recomendable visitar.
“Europa entera mira hacia Oriente”, escribía Víctor Hugo.
Las obras que componen este juego de miradas cruzadas sobre Oriente son un retrato de grupo, realizado en la India a una familia de funcionarios, un cuadro turco con escenas de la corte en Constantinopla, dos obras de Eugéne Delacroix, de estética oriental, además de dos escenas femeninas de influencia japonesa, o la representación de un harén/serrallo.
Una vez más, aquí queda mi tendencia, sin sesgo, por los pequeños espacios que engrandecen y difunden el arte.
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