Un nuevo viernes con
Personalmente no me acaban de cautivar las audiciones de contenido diverso, pues creo que dispersa la atención y le resta unidad a lo que se busca en el relato que la música despliega. Y que tengo preferencia por asistir y escuchar una obra completa o, cuando menos, que sea un recital en torno a un autor, quizá a un período musical concreto.
Aunque en el guión musical de esta cita musical hay un denominador común, una cierta unidad temática: música divertida. Los dos fragmentos de ópera y la música de Van der Roost.
El caso es que este viernes se ha iniciado con la obertura de Così fan tutte, - "Así hacen todas", ópera bufa de Mozart, que es la más hermosa de sus últimas óperas, una obra que fascina por su juego de simetría en cuanto a personajes –hombres y mujeres-, el encanto de sus arias y su final feliz. Pero sólo escuchamos esta introducción, en la que en ya se expresa el tono enredador de la ópera de referencia, y que fue interpretada por
Pasamos a la música de Jan Van der Roost, compositor actual –tiene 52 años-, con su obertura de Scaldis, de percusiones armónicas diversas –bien desarrolladas por los intérpretes- sobre un persistente tema que nos trae sonidos de naturaleza estremecida, fluir del agua y la intensidad de la vegetación que se mueve al viento mientras surcan el aire las aves.
Agradó esta fracción y su interpretación.
La suite de "El Caballero de
[Si se desea, se pueden ver un fragmento de esta ópera ‘pinchando’ en: http://aam.blogcindario.com/2009/01/01622-r-strauss-presentacion-de-la-rosa-de-el-caballero-de-la-rosa.html]
El plato fuerte de la cita musical fue el encuentro con la pianista Eulàlia Solé. Y se puede adelantar que su interpretación estuvo magnífica y prodigiosa.
En este concierto nº 20, Mozart desarrolla aspectos musicales y estéticos que se verán después en el Réquiem y en la ópera Don Giovanni. Tiene tres movimientos Allegro, Romanza y Rondó.
La concertista catalana toca de memoria. Y lo hace con oficio e inspiración: Mozart bien interpretado, con un concordado diálogo entre piano y orquesta.
[Se puede escuchar una interpretación de este concierto ‘pinchando’ en: http://www.youtube.com/watch?v=Yly14cxGZ18&feature=related].
Como anecdótico y llamativo, se puede señalar que la pianista realizó descalza su intervención, aunque su larga y amplia falda de franjas horizontales en blanco y negro arrastraba, se pudo observar esta circunstancia. No sé bien por qué fue así. Se podría conjeturar que la causa fuera que olvidó los zapatos, o que le hicieran daño,… Pero he de inclinarme a considerar que fue porque el contacto directo con los pedales, al igual que las manos en el teclado, le suponía una mayor y mejor comunicación con el piano para ofrecer la singularidad de su interpretación.
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